9 de septiembre de 2008

Obispos de Pío XII se unen al cincuentenario pacelliano

De todos los obispos que fueron preconizados durante el largo pontificado de Pío XII (1939-1958) viven aún unos cuarenta, entre ellos tres cardenales (Sales, Angelini y Korec). El SIPA se puso en contacto con estos venerables prelados para recabar sus testimonios personales sobre el papa que los promovió al episcopado y al mismo tiempo para unirse de alguna manera a la conmemoración del cincuentenario pacelliano. A un mes exacto de la efeméride tenemos la satisfacción de informar que diez de ellos ya han respondido positivamente. He aquí sus nombres, los que consignamos por estricto orden cronológico de sus respuestas:

1. Excmo. y Revmo. Mons. Antonio Iannucci, Arzobispo Metropolitano emérito de Pescara-Penne (Italia), preconizado y consagrado en 1955.
2. Excmo. y Revmo. Mons. Antonio Rosario Mennonna, Obispo emérito de Nardò-Gallipoli (Italia), preconizado y consagrado en 1955.
3. Excmo. y Revmo. Mons. Jaime Luiz Coelho, Arzobispo Metropolitano emérito de Maringá (Brasil), preconizado en 1956 y consagrado en 1957.
4. Excmo. y Revmo. Mons. José de Jesús Pimiento Rodríguez, Arzobispo Metropolitano emérito de Manizales (Colombia), preconizado y consagrado en 1955.
5. Excmo. y Revmo. Mons. Bernardino Piñera Carvallo, Arzobispo Metropolitano emérito de La Serena (Chile), preconizado y consagrado en 1958.
6. Excmo. y Revmo. Mons. Alcides Mendoza Castro, Arzobispo Metropolitano emérito del Cusco (Perú), preconizado y consagrado en 1958.
7. Excmo. y Revmo. Mons. Wilhelmus Joannes Demarteau, M.S.F., Obispo emérito de Banjarmasin (Indonesia), preconizado y consagrado en 1954.
8. Excmo. y Revmo. Mons. José de Almeida Batista Pereira, Obispo emérito de Guaxupé (Brasil), preconizado en 1953 y consagrado en 1954.
9. Excmo. y Revmo. Mons. Raúl Marcelo Pacífico Scozzina, O.F.M., Obispo emérito de Formosa (Argentina), preconizado y consagrado en 1957.
10. Excmo. y Revmo. Mons. Karel Otčenášek, Arzobispo-obispo emérito de Hradec Králové (Chequia), preconizado y consagrado en 1950.

Cabe destacar que entre estos prelados se hallan:
- el segundo obispo más anciano del mundo, Mons. Mennonna, con más de 102 años de edad;
- el decano del episcopado mundial, Mons. Otčenášek, que lleva más de cincuenta y ocho años de obispo (le superaría el obispo de P'yong-yang en Norcorea, Mons. Francis Hong Yong-ho, preconizado y consagrado en 1944, pero fue dado por desaparecido durante la persecución comunista y lo más probable es que haya muerto), y
- dos de los obispos más jóvenes en la Historia moderna de la Iglesia: por orden de promoción, Mons. Otčenášek y Mons. Mendoza, ambos consagrados a la edad de 30 años.

De las respuestas de los Excelentísimos Monseñores -siendo todas muy valiosas y emotivas- queremos destacar la del Obispo emérito de Banjarmasin, que constituye un alegato y un llamado para reivindicar el buen nombre de Pío XII. Dice así en el original inglés:

"As far as I know, since the second world war up to now, Pope Pius XII was not so much respected and honoured by people, even those who are in the Catholic Church. He was considered having not much courage to address Hitler with his regime during the war which caused so much pain and bitterness among the people. If that accusation was false, surprisingly, why is there no any single effort has been made by the Church (officially or personnally) to deny that wrong accusation? In my opinion, the occasion of the Quinquagesimus annus ab obitu of Pope Pius XII should be an extraordinary occasion to remember him, and more, with an open heart and good will, to rehabilitate his name. Shouldn't we? I think this gesture will be remarkable by many people, especially those who knew him, without denying any kind of celebration to be done".

(Traducción española: "Hasta donde sé, desde la Segunda Guerra Mundial hasta hoy, el papa Pío XII no ha sido muy respetado y honrado por alguna gente, incluso entre quienes se hallan en la Iglesia Católica. Consideraron que no tuvo demasiado coraje para enfrentarse a Hitler y a su régimen, lo que causó mucha pena y amargura entre la gente. Si tal acusación era falsa, ¿por qué, sorprendentemente, no se ha hecho un solo esfuerzo por parte de la Iglesia (oficialmente o a título personal) para refutar dicha errónea acusación? En mi opinión, la ocasión del cincuentenario de la muerte de Pío XII debería constituir una extraordinaria oportunidad para recordarle y, lo que es más, para rehabilitar su nombre con corazón generoso y buena voluntad. ¿No sería nuestro deber? Creo que este gesto sería para muchos extraordinario sin perjuicio de cualquier otra clase de celebración").

Dejamos estas sabias palabras de Monseñor Demarteau a la reflexión de nuestros amables lectores, mientras manifestamos públicamente nuestra profunda gratitud tanto a él como a sus hermanos en el episcopado que han tenido la caridad y gentileza de escribirnos.

1 comentario:

humboldt dijo...

Es oportuno recordar la Carta Apostolica de S.S. Juan Pablo II del 27 de Agosto de 1989 sobre el L aniversario del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. JPII, allí, defiende explicitamente a S.S. Pío XII:

http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_letters/documents/hf_jp-ii_apl_27081989_anniv-beginning-ii-world-war_sp.html